Asómense unos instantes a la habitación donde los hijos juegan sin ser vistos, o a la cena donde sus invitados conversan mientras no saben que usted les mira, o quédense, inadvertidos, observando como duerme la persona a la que aman. Entregados a la inmanencia del sueño o de la charla, esos dos momentos exentos de la rivalidad de las miradas, de la dialéctica o de la vanidad pertenecen puramente al arte de la discreción. Se antoja pronto un juego de sombras y de retiro, de borrarse uno para resistir, una experiencia metafísica, una apertura poética como forma de estar en el mundo que tiene que ver con la resistencia gozosa y, por tanto, con la subversión. Se rastrea una arqueología posiblemente memorial de ideas muy afines: los romanos inventaron el término discretio, que significa primero de todo separación e incomunicación, pero los griegos tenían el aidós, el pudor o la vergüenza. Los judíos acudieron a la anava modestia o humildad y la tzniut conjunto de reglas del pudor ; los cristianos explicitaron la modestia y la humilitas, los musulmanes el harin lugar secreto o íntimola hichma el pudor o la contención que regula las relaciones entre las generaciones y el haya respeto de la amabilidad. Con Eckhart, algo universal se desliza del desprendimiento en relación con Dios para dejar ser al mundo y entonces estamos ya prestos a entrar en la experiencia moderna de la discreción, es decir, también a la experiencia de la literatura de Víctor Hugo, Kafka o Virginia Woolf: novelas sobre una nueva pericia del desprendimiento, revisiones y enmiendas intempestivas muy sabrosas también sobre citas al respecto de Pascal. El tercer capítulo de La discreción se centra en su modernidad política cuando la discreción se ha extendido, democratizado, politizado, y no necesita para ser experimentada un clima de religiosidad.
Se trata de dos personajes conocidos por su aversión a los focos. Su carac- El valor de la discreción terística principal ha sido la discreción, mantenida hasta límites difíciles de captar en nuestras latitudes. Se han dedicado a trabajar toda su vida y han huido explícitamente del glamour de los medios de comunicación. Es alguien que muchos de los otros «lideres» que salen en el informe de la consultora se caracterizan por agenciárselas con ansia el favor de los fl ashes, pero no es mala noticia que las musas sigan reconociendo el valor de la discreción en el mundo de los negocios.
Un paraje en un valle espectacular, una casa de piedra con suelos y vigas de roble, de esas que ya a penas quedan. Viajaba cheat su familia y otros amigos, todos de fin de semana… Noté entretanto me hablaba de los paseos, de la huerta, que de pronto poco se le había pasado por la cabeza que le había hecho asemejarse otra cosa no muy grata. Denial le interrumpí, aunque se hizo un silencio pesado. No hablé. Y dejé que él decidiera qué hacer.
El itinerario de la excursión puede evolucionar a nuestra discreción sin previo aviso. El itinerario de la excursión puede cambian a nuestra discreción sin anterior aviso. Podemos cambiar el itinerario de la excursión a nuestra discreción fault previo aviso. Como dicen, la discrecion es la mejor parte del valor.