Dos personas se atraen, se seducen y tienen sexo. Todo culmina con un orgasmo fenomenal seguido de una sensación de calma y bienestar. Pues para muchas personas en realidad no es así. Para quienes experimentan un síndrome llamado disforia poscoital DPCen vez de disfrutar el placer que sigue al sexo, los invaden sensaciones de tristeza, vergüenza y ansiedad sin razón aparente. En algunos casos, la persona puede incluso volverse irritable y ser abusiva física o verbalmente, en un momento en el que supuestamente debería sentirse bien con su pareja. Se le llama disforia porque es lo contrario de euforia y también se le conoce como tristeza poscoital. No es cuestión solo de mujeres La DPC se ha estudiado mayormente en mujeres. De hecho, existe la creencia de que solo las mujeres sienten DPC, sin embargo, un nuevo estudio revela que también los hombres pueden padecer estos síntomas. Sicólogos de la Universidad de Tecnología en Australia entrevistaron a 1.