Los primeros síntomas aparecen poco después de la celebración de los 40 años. Intempestivos arranques de vanidad, traducidos en preocupación por el ejercicio y la dieta para bajar la barriga; obsesión por toda suerte de menjurjes para combatir la calvicie; gafas oscuras permanentes para ocultar las ojeras y aparición de prendas de marca en colores hasta ahora inconcebibles en el guardarropa de la víctima. Así, lo que en un principio parecía un ataque de modernización para acercarse a los hijos adolescentes se convierte, ante la atónita mirada de la esposa, en una metamorfosis kafkiana. Y aunque los síntomas y la intensidad varían en cada individuo, es un mal contra el cual pocos hombres parecen tener suficientes defensas. El problema es que puede eventualmente dejar serias consecuencias en la vida personal, conyugal y profesional. Sin duda se trata de una edad crítica, en la que culmina la etapa del crecimiento personal y profesional y empieza la del declive físico que marca el implacable paso del tiempo. Es también el momento de hacer el balance entre lo que se ha logrado y lo que se había soñado.
Muchas personas experimentan una gran dificultad para encontrar pareja. El ser humano es un animal social por naturaleza, tenemos la necesidad innata de estar acompañados por otras personas y establecer vínculos sociales y afectivos. Así, aunque denial todas las personas tienen las mismas necesidades afectivas, por lo general tendemos a buscar cariño. Se trata aun cierto punto de una convención collective, y en ocasiones incluso de una solución instrumental; en este sentido, denial son raras las parejas que se forman por mera conveniencia, exista o no amor entre ellos.