En el momento en que llegan a la pubertad, ya se pueden haber familiarizado con algunas ideas relacionadas con esta etapa. Pero hablar sobre la pubertad sigue siendo una tarea importante para los padres, porque no toda la información que reciben los niños procede de fuentes fiables. Es posible que ese día nunca llegue, sobre todo si su hijo no sabe que puede hablar con usted sobre un tema tan delicado. Hablar con su hijo sobre la pubertad no es una conversación que se hace una sola vez. Algunas niñas inician la pubertad con 8 años y hay algunos niños que los hacen con 9. O sea que tal vez tenga que iniciar este tipo de conversaciones antes de lo que creía. Hable con su hijo sobre los cambios emocionales que vienen con la pubertad antes de que estos empiecen. El mejor momento para los niños y para las niñas Normalmente la pubertad empieza en las niñas cuando tienen entre 8 y 14 años de edad.
Cuando estés con ella, puedes conseguir subirle la temperatura a través de las palabras y de tus tonos de voz. Crea un ambiente erótico para excitar a una mujer Cuando quieres seducir alguien de forma sutil, todavía es muy importante que el ambiente te ayude. Preparar una cena llena de alimentos afrodisíacos. Utilizar un algo perfume que sea suave por el entorno. Hazle saber lo especial que es ella para ti Si quieres encender la llama de la pasión de una mujer con sutilezas, hazle sentir lo especial que es ella para ti.
El placer y el amor. El buen sexo no es solo una legislatura olímpica con otra persona. Una sexualidad sana nos lleva al placer desde el respeto y el conocimiento de nuestro cuerpo, y eso trasciende lo meramente físico. Disfrutar de tu cuerpo pasa por cuidarlo, por cuidarte, por colocarte la primera en la lista de prioridades, por quererte Quiérete abundante y bien: Las siete mejores técnicas de masturbación para alcanzar el clímax Pero ojo, cuando hablamos de basarse y experimentar no es que todas tengamos que hacer lo mismo o que sientas que tienes que anatomía abierta a todo lo que venga, sea lo que sea Esa es la clave: ser libre para actuar. Ideas que generamos en la juventud, a través de los amigos, el entorno, la sociedad, el cine, la tele Principios que compramos y acatamos sin cuestionarnos si de verdad tienen validez para nosotras.