No lo hagas de forma impulsiva ni en cualquier momento, aprovecha una buena excusa para acercarte una pregunta, una sugerencia, etc. Por supuesto, mostrarse interesado no significa hacer preguntas constantemente y fingir sorpresa, sino escuchar bien, asentir y mostrar curiosidad ante ciertos detalles. Utiliza tus puntos fuertes Cada persona tiene sus propios puntos fuertes a la hora de destacar en el círculo social donde se mueve. Hay personas que, por ejemplo, tienen una mirada intensa y bonita, mientras que otras destacan por tener una sonrisa encantadora y dulce. Eso no significa que dediques largas horas a tu maquillaje ni que te vistas con ropa incómoda, sino que nos referimos a poner algo de atención, por ejemplo, al atuendo.
Y a los hombres con una máximo posibilidad de hacerse dueños y protagonistas de sus propias vidas. Claro que puede haber mujeres patanas en adonde ellas tengan el sartén por el mango, es decir el poder. Puede ser una mujer que tenga equilibrado al varón -hablando de una relación heterosexual- con lo económico o lo amenace con no dejar ver a los hijos, o una serie de cosas que permitan maltratar, abusar, usar, menospreciar, y utilizar como objeto a la otra persona. Generalmente se dan una serie de factores que se entretejen. Pero no podemos invisibilizar que vivimos en un contexto patriarcal en donde se exaltan y se premian ciertas conductas de independencia y agallas. Muchas veces desde la educación del hogar se aprende a ser macho.
Cuando conoces a un hombre y candela tu atención no es otra cosa sino su atractivo que te hizo detener y mirar. Por lo aparte, es lo que casi todos admiten. Aplica para ambos géneros. Cada quien intenta lucir lo mejor posible para dar una buena impresión.
Eso es que conoces el truco de los Benson. Nunca lo vi acudir. Reconquistando a una desconocida Tras el susto inicial, Harry diseñó una logística de reconquista. Para ello se ayudó de consejos de amigos y amistades a los que preguntó qué tipo de cosas le gustaban a Kate —desde luego, ante tal grado de cariño y compañerismo lo extraño es que le sorprendiese escuchar la habla divorcio de boca de su desconocida esposa— para seducir de nuevo a la que podría ser la madama exclusiva de su casa y abolengo. Aquella carta me dio ganas de conocerla. Infancia marcada por patrones de comportamiento que repitió al llegar a la juventud. Al poco de saber a Kate se metió en la Marina, lo que supuso que pasase mucho tiempo fuera de la localidad. Pese a sus continuas ausencias, dos años después se casaron.