El libro habla de un largo proceso milenario de democratización de la cultura, a través del vehículo privilegiado que han sido los libros. No éramos conscientes de lo importante que era esa subtrama histórica, a la que no se le da habitualmente tanta importancia como a la épica de la conquista, los combates, los imperios. Esta es otra historia paralela, protagonizada -en muchos casos- por personas anónimas: libreros, bibliotecarios, maestros y profesoras a lo largo de los siglos. Nosotros somos los herederos de esos salvadores de libros que en los siglos pasados garantizaron la subsistencia de nuestras mejores historias.
La lectura convertía el sueño en biografía y la vida en sueño y ponía al alcance del pedacito de hombre que era yo el globo de la literatura. Mi madre me contó que las primeras cosas que escribí fueron continuaciones de las historias que leía pues me apenaba que se terminaran o quería enmendarles el final. Y acaso sea eso lo que me he pasado la biografía haciendo sin saberlo: prolongando en el tiempo, mientras crecía, maduraba y envejecía, las historias que llenaron mi niñez de exaltación y de aventuras. Me gustaría que mi madre estuviera aquende, ella que solía emocionarse y llorar leyendo los poemas de Amado Nervo y de Pablo Neruda, y todavía el abuelo Pedro, de gran napias y calva reluciente, que celebraba mis versos, y el tío Lucho que tanto me animó a volcarme en cuerpo y alma a escribir ya la literatura, en aquel tiempo y lugar, alimentara tan mal a sus cultores. Toda la vida he tenido a mi lado gentes así, que me querían y alentaban, y me contagiaban su fe cuando dudaba. Por fortuna, allí estaban los maestros para aprender de ellos y seguir su ejemplo. Flaubert me enseñó que el talento es una disciplina tenaz y una larga paciencia.
Girar Conversamos con Miguel Pachas Almeyda, ace que dedicó un libro a la esposa de César Vallejo, rescatando la importante labor que tuvo esta madama en la difusión de la acción del vate peruano. Por Renzo Anselmo Servindi, 7 de enero, Un elemento particular es que ambos poemas pertenecen al libro Poemas Humanos, obra que fue publicada entras la muerte de Vallejo, y gracias al empuje y la abnegada labor de su esposa Georgette Marie Philippart Travers o simplemente Georgette Vallejo. Miguel Pachas mostrando su libro Georgette Vallejo, al fin de la batalla Foto: Miguel Pachas. Por supuesto que sí.