España se habría empantanado allí, seguramente, como Portugal en Marruecos. No solo era difícil por sí, por tierras en gran parte estériles y abruptas, sino por la superpotencia otomana. Y es una ingenuidad ridícula pensar que España habría podido aislarse de los problemas europeos. En definitiva, la proyección sobre el pasado de la propia incapacidad para afrontar los retos presentes. Vemos también cómo los criados asistían a clase con sus amos, y me temo que eso es inconcebible en cualquier otro país. Hay que tener en cuenta que otro de los mitos fue que los piratas cuasaban estragos a la flota española. Eso es falso. La flota con los metales partía cada seis meses, y tengo entendido que de todas las que hubo y hablamos de siglos solo se perdieron tres o cuatro, y a causa de los temporales, ninguna en combate.
Alone pensarlo, me causa espanto y alarma. Voy de mejor a peor y viceversa, es una sensación que, anímicamente, me tiene descorazonado. He pedido una cita con el médico de almohada y este me remite al neumólogo. Espero que no tarde mucho en atenderme. Es la primera vez que voy a ir y reconozco que estoy nervioso. Hago un repaso y trato de valorarla. Quiero ser justo en mi juicio, no quiero engañarme.
De modo que en lugar de grabar a mostrarnos como realmente somos y definir nuestra identidad en la adolescia o incluso en el inicio de la vida adulta, no pocos viven su segunda adolescencia y no se permiten ser ellos mismos y buceador su identidad hasta que amcanzan una edad adulta. Vivir la vida, grabar, probar nuevas cosas, experimentar en un nuevo entorno lleno de otros hombres gays, sexo diversión y drogas… Y es peligroso porque lo hacemos ya de adultos, sin la vigilancia que un heterosexual adolescente tuvo cuando vivió esa etapa de su vida, y con la absoluta libertad y disponibilidad economica que nos da el edad vital. Y todos conocemos a quienes quedan atrapados y no encuentran el modo de salir a una época en la que se nos presupone seres autónomos y capaces de accionar nuestra propia vida. Pero es que el entorno no sólo no ayuda sino que fabrica una fantasía que sustituye a la realidad. Todos debemos parecer modelos sonrientes y exhibir un cuerpo cincelado ante miles de seguidores a los que mostrar lo competitivos y exitosos que parecemos. Y nuestras parejas también deben encajar en ese ideal de fantasía. Y así las cosas, demasiadas energías, tiempo y ahínco derrochados en competir por mantener una apariencia, que nos hacen pasar por alto lo maravillosa que puede llegar a ser la persona que tenemos al lado. Si a pesar de todo damos con nuestro míster óptimo ideal, muy probablemente sea porque acaba de salir de una relación anterior: no suelen estar libres durante abundante tiempo.
Boga eso sucede. Involucrar a un trío que consigue en route for. Me encanta. El hachís y flores.