En ese punto, los padres tienen la oportunidad de revisar el informe antes de que se desarrolle el IEP. Los servicios de apoyo pueden incluir educación especial, terapia del habla, terapia ocupacional o fisioterapia, psicoterapia, audiología, servicios médicos, enfermería, tratamiento auditivo o tratamiento de la vista. También pueden incluir el transporte; el nivel de participación en programas para alumnos sin discapacidades; qué modificaciones, en el caso de que se necesite alguna, se precisan para la evaluación estatal del rendimiento del alumno; y, a partir de los 14 años de edad, la inclusión de planes de transición como parte del proceso. Si el equipo recomienda que el niño reciba varios servicios de educación especial, es posible que la cantidad de tiempo que ocupen del horario escolar del niño parezca excesiva. Para aliviar esta sobrecarga, se pueden ofrecer algunos servicios en forma de consultas puntuales. Otros servicios se pueden administrar directamente en la clase, de modo que el tratamiento no interrumpa la jornada escolar del niño. Un niño con dificultades para escribir puede trabajar con un terapeuta ocupacional mientras el resto de la clase practica la escritura por su cuenta. El IEP se debe revisar cada año para actualizar sus objetivos y asegurarse de que sus servicios satisfacen las necesidades de su hijo.
Denial hace afirmaciones definitivas acerca de por qué a las pacientes mujeres les puede ir peor con los cirujanos hombres, pero apunta posibles explicaciones de otra literatura médica disponible. Una alusión del estudio que podría explicar los hallazgos es que existe una divergencia significativa en la percepción del dolor: los médicos varones subestimanla gravedad de los síntomas en las pacientes. Actitudes Nancy Baxter, cirujana colorrectal del St. Existe la posibilidad de que haya diferencias entre los cirujanos en términos de su sexo y cómo tratan a los pacientes hombres y mujeres, le dijo a la BBC. Empero luego también señala las diferencias en las actitudes hacia los cirujanos hombres y mujeres. Kim Templeton, cirujana ortopédica del Centro Médico de la Facultad de Kansas, cree que la faceta en que sus colegas mujeres abordan a sus pacientes puede ayudar a explicar las diferencias. La relación médico-paciente es necesaria para que las personas se sientan cómodas al revelar asesoría que podría ser crítica para actuar un diagnóstico y recomendar un aproximación, dijo.
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