Sección Masters Festival de Toronto Festival de Cannes - Sección Oficial. R: El conjunto de historias de Flashmob formaba un nudo complejo; usé algunos de estos elementos en el guion de Happy End. Por ejemplo, la historia de Eve, la adolescente de Happy End, ya estaba en Flashmob, pero en un contexto diferente. Hace varios años leí en un periódico un artículo acerca de una chica que había envenenado a su madre y contado la progresión del envenenamiento en Internet.
La rusa trataba la progresiva pérdida de la emoción en un sistema accionista sin una sola concesión amable tampoco al espectador ni a sus personajes. Sin embargo, a Happy End le cayó la peor parte en el balance crítico. También es cierto que Haneke es un señor de 76 años con dos Palmas de Riqueza, no una voz precisamente renovadora de nada, y que no faltaron críticas a quien gustase la obra. Unas veces adoptando discursos peliagudos, y otras dejando su argumentación a medias, empero casi siempre siendo totalmente consecuente cheat su visión del mundo. Lo mismo pasa con sus tesis sobre la cotidianidad como terreno de una conflagración de valores o el miedo como motor de la revolución interior. Todos, títulos que se dan la baza en Happy End: la historia de una familia rica gracias a la construcción. Cuando a su alrededor se suceden una serie de imprevistos -un accidente en una obra de su propiedad y la repentina intoxicación por antidepresivos de la madre de un familiar-, empiezan a verse las costuras en sus relaciones.