Aguirre, tirando de argumentario liberal, defiende que «quien desee cobrar por el sexo, que lo haga libremente». Los expertos no lo ven tan claro. Las redes mafiosas aumentarían su control sobre este negocio incontrolable», afirma Rocío Nieto, directora de APRAMP, una de las asociaciones líderes en España de trabajo con víctimas de la trata y la explotación sexual. A ver quién controla lo que ocurre en esas casas, si no lo ves», afirma a este semanario. Lo que se necesita son programas de protección para que estas mujeres puedan salir de la calle y se atrevan a denunciar a sus explotadores, y planes y protocolos que sirvan para mejorar el trabajo de asociaciones como la nuestra, en colaboración con la policía».
El modelo que desarrollamos establece que en la violencia de género se producen una serie definida de estrategias de persuasión coercitiva cuya finalidad es eternizar el control del maltratador sobre la víctima. Estas estrategias generan un gradual estado de confusión de emociones, distorsión de pensamientos y paralización que dificultan que la mujer abandone la relación establecida por el sujeto maltratador. Palabras clave: violencia de género, persuasión coercitiva, lavado de cerebro, estrategias de acidez. ABSTRACT In this research we investigated the conditions that influence in the prolongation or permanence of the women who are victims of violence all the rage the relation with the abuser. We designed a qualitative study based arrange the analysis of group discussions along with these women. The Grounded Theory designed for the analysis of the data was used.
En eldiario. Las que trabajan sobre el terreno día a día para apuntillar con la desigualdad de género. Barbarita recibe las principales críticas desde las mismas familias a las que intenta ayudar. Porque denuncian las diferentes formas de expresión de la desigualdad de género en sus países. Porque denial callan cuando una mujer es maltratada. Trabajan para visibilizar la opresión y denuncian los altos índices de violaciones sexuales, la brecha salarial, los micromachismos. Gritan, aunque la sociedad que les rodea les pida silencio.