Me llamo Esteban y tengo 24 años, vivo solo porque quería ser independiente de mis padres, ellos viven en otra casa con mis hermanas. Soy delgado y tengo una estatura buena cms. Trabajo en una Empresa inmobiliaria, en la mesa de partes y, recojo todas las documentaciones para cada una de las oficinas. Nunca he tenido sexo con nadie, ni hombres y ni mujeres; nunca me llamó la atención las relaciones sexuales, me gustaba escribir relatos y dibujar cosas de la naturaleza; en el trabajo como atiendo publico por las mañanas a veces me confundan y me dice Señorita buenos días…. Me conocen todos los servidores de la empresa y nunca me molestaron por nada. Yo: Hola soy Esteban y te deseo buena suerte aquí. Pancho: Gracias, vamos a ser compañeros de trabajo. Pancho: Okey; no te molesta que sea muy negro? Yo: Para nada.
O, expresado de otra forma, una tiempo se comenzó a hablar del punto G femenino , ese centro exacto de placer inigualable que, en tesis, permitiría a la mitad de la población que sale perdiendo en la división de tareas de la yacija disfrutar por fin, el hombre todavía quiso subirse al carro. Sobre la existencia del punto G masculino se ha escrito o, mejor dicho, elucubrado mucho. Pero no tanto para disfrutarlo, se llame como se llame. La ruta hacia el orgasmo Todo fábula requiere de sus evangelistas. Puede anatomía que en lugar de diez sean once o nueve, nos gustaría aclarar. No es una ciencia exacta.